Pizarras

Alguna vez tendrás que jugártela a una sola carta

Nada de incertidumbre es absolutamente improductivo, además de absolutamente aburrido. Si no has atravesado el desierto no has madurado.

Vivir estresado es vivir atrapado entre lo que dices querer y lo que no haces para conseguirlo.

Te quedas detenido en la incomodidad fantaseando con procedimientos poco creíbles, sobre todo para ti, en los que esperas que por algún extraño arte desaparezcan tu miedo y tus dificultades.

Para crecer es inevitable atravesar el miedo. Insisto, inevitable. No puedes ni debes tratar de acabar con él, pero sí de buscar la manera de manejarte en el tramo en el que lo tienes que cruzar.

Recuerda que el miedo es una señal de que hay algo que cambiar, no un estado en el que quedarte.

Si vives permanentemente en el miedo, mal.

Si vives contando con el miedo, bien.

Tienes que saber distinguir si el miedo lo produce tu creencia subjetiva sobre las consecuencias de tu avance o lo generan las consecuencias reales de tu avance.

También has de plantearte si  no te da miedo quedarte donde estás.

Has de comprender que hay algo que no conocerás del todo hasta que hayas tenido la experiencia del acontecimiento, hay algo que no podrás saber hasta que ocurra. La madurez tiene que ver con poderlo soportar.

Da igual la edad que tengas, tu aspecto exterior físico y la cantidad y calidad de tus bienes materiales; tampoco importan el número ni la forma de experiencias que hayas tenido ni cuantas fotos guardes o exhibas de ellas.

Si levantas la cabeza a cada momento buscando una pobre recompensa, y no sabes caminar y trabajar sin ver el resultado, confiando en que lo habrá, no podrás crecer, no has comenzado en serio.

Si  has aprendido y te has transformado con lo que te ha ocurrido, y  te has habituado a tolerar durante un rato no saber el resultado, a no anticiparte a lo que tenga que pasar, volando a ciegas confiando en los instrumentos, has superado la casilla de salida.

Que te  inquiete es que te interesa y te importa. Todo lo que has conseguido, antes te produjo algún temblor.

El miedo es una de las caras del deseo.

El beneficio, el crecimiento y la Luz están al otro lado de la angustia, del estrés y de la duda.

¡Un abrazo muy fuerte!

 

-Jorge Armas Davara

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