
La mayoría de tus planes, pensamientos y acciones están orientados hacia un lugar y un momento que no existen. ¿Para cuándo el aquí y ahora?
Pasas aproximadamente el 40 por ciento de tu vida pensando en cosas que crees que te pueden ocurrir, tratando de anticiparlas, con la falsa creencia de que así vas a estar preparado, no sabes tampoco muy bien para qué.
Lo grave es que empleas mucho tiempo y energía de tu vida en cosas nunca van a ocurrir.
Pasas aproximadamente otro 40 por ciento de tu vida pensando en cosas que te han ocurrido, tratando inútilmente de corregirlas.
Lo grave es que empleas mucho tiempo y energía de tu vida en cosas nunca van a haber dejado de ocurrir.
No tienes porqué asumir estos datos solo porque yo te lo diga. Observa tus pensamientos, sentimientos y emociones y saca tus conclusiones.
Si estás atento a lo que te va ocurriendo a cada momento, si sales de tu estado mecánico de hacer las cosas, si asumes y sientes a cada momento sólo lo que te está pasando ahora: las sensaciones, pensamientos y emociones producidas por y en este momento, te aseguro que te cambia la vida a mejor.
Empezarás a vivir, con el tiempo y la práctica se disolverán las pre-ocupaciones que te agobian casi la mitad del día. Y las penas y desvelos de otra época que ya sólo existe en tu mente y a la que le das alimento casi la otra mitad del día también desaparecerán. No me creas, hazlo.
La vida, aquí y ahora, son sensaciones y percepciones, todo lo demás es trabajo de entender, organizar y planificar los efectos que esas sensaciones y percepciones nos producen. Y con menos de un veinte por ciento de tu tiempo y de tu energía te basta y te sobra para hacerlo.
La felicidad nunca está en el futuro ni en el pasado. Si has visto a alguien feliz por lo que le pasó en el pasado o por lo que cree que le depara el futuro verás que está feliz ahora. La felicidad siempre es en el momento presente. La felicidad es ahora y aquí.
¡Un abrazo enorme!
-Jorge Armas Davara