Pizarras

Compré mi alma al diablo

Ya es mía, por eso todo va bien. El alma es lo más íntimo que tienes, pero, paradójicamente, debes de hacer un trabajo si quieres conseguirla y conservarla.

Cada vez que tu vanidad atenta contra tu dignidad retrocedes, desechas un tramo de tu camino. Lo que hagas por ambición y sólo por ambición te destruye.

Las engañosas apariencias que adopta el ego para seducirte son infinitas, y el placer que te sugiere es fugaz.

La única riqueza material, afectiva y emocional que puedes disfrutar sin miedo y sin la inquietante sospecha de que en cualquier momento se te arrebate, es la que has conseguido sin haberle quitado nada a nadie, y, sobre todo, a ti mismo.

Si te despojas de tu integridad, si vendes tu capital más sagrado a cambio de cualquier promesa de ganancia económica o de estatus, o a cambio de algún cumplido o halago, pasas la línea, caes en la trampa, firmas tu propio expolio. Es cuestión de tiempo. Tu insomnio y tus desvelos te dan la pauta.

La buena noticia es que cualquier pacto maldito lo puedes deshacer desde el momento en el que tú quieras cancelar tu deuda, te des cuenta de tu error, y rectifiques. Siempre que tu soberbia no te tenga del todo absorbido.

¡Un abrazo enorme!

 

-Jorge Armas Davara

Join the discussion 2 Comentarios

Deja una respuesta

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de su legislación europea

ACEPTAR
Aviso de cookies