Quien tiene fortuna es porque da por hecho que la tiene; luego se materializa.
En nuestra mente solo se puede quedar marcado lo que nosotros aceptamos como real. Mil veces cada día tiene experiencias que no recuerdas y que ni siquiera percibes o te das cuenta mientras te están ocurriendo.
Todos los días llegan a nuestro cerebro millones de impresiones, y de ellas nos llaman la atención significativamente muy pocas, sólo aquellas sobre las que tenemos algún interés o ya conocíamos.
¿Te has fijado que cuando te ocurre por primera vez un acontecimiento inusual fuerte, sea bueno o malo, sea un accidente o que se te declare la persona de tus sueños platónicos más imposibles, no sabes cómo reaccionar?
Pues es que no tenías el registro de esa experiencia. Seguro que a la segunda vez ya no te quedas con cara de tonto.
Si aceptas y quieres que la vida te vaya regalando a cada momento lo que deseas, por el hecho de tener y aceptar ese deseo ya has creado el registro, no sólo en tu mente, sino en todos los niveles de tu ser, ya has tenido tu primera experiencia con lo que quieres que te pase.
La vida y la realidad son muy amplias, y siempre están desplegadas varias posibilidades para cada uno de nosotros, de manera que veremos solo aquellas que estemos capacitados a ver.
Y, además, todo es energía, las cosas materiales y los conceptos que las definen, y cada concepto emite en su propia frecuencia. Sí, si piensas algo de una cosa emitirás una determinada energía, y si piensas otra cosa, la energía será diferente.
Las frecuencias afines conectan o sintonizan entre sí, por pura ley física. Tal y como lo hacen las ondas de la radio, de la televisión o del móvil con el aparato que las recibe. Alguna vez habrás oído hablar de la “Ley de la atracción”. Pues es esto.
Así que cuidado con lo que piensas y sientes, porque te estás dando de bruces con todo eso todos los días de tu vida.
¡Un abrazo muy fuerte!
