
Has intentado mil veces conseguir lo que te has propuesto, creíste que con muchas ganas y un buen plan bastaba, y te has perdido otras novecientas por el camino o has tenido que dejar algo atrás, muchas veces tu salud o tu estabilidad emocional o sentimental.
Olvidaste la importancia de tus estructuras más íntimas, las que mejor deberías conocer y las que más deberías respetar:
Tus genes y tu cuerpo te permiten un rendimiento máximo determinado. Tu determinación biológica la puedes modificar algo con entrenamiento.
Tus recursos materiales son los que son. Tu economía la puedes aumentar trabajando más, o quizás, mejor.
Puedes cambiar la posición social que te tocó mejorando las relaciones que heredaste de tus padres.
La ideología que te dieron en tu nacimiento, por nacer en un país y en una cultura, la puedes transformar, si quieres, aprendiendo a combinar las palabras que sabes de una manera diferente, y por qué no, aprendiendo algunas nuevas.
Tus errores psicológicos los puedes rectificar con autoobservación, con trabajo interior y con psicoterapia.
Cuando hayas aprendido a no hacer daño y hayas pagado tus deudas quedarás libre del rastro doloroso que has dejado.
Puedes hacer lo que quieras, siempre que quieras y hasta donde quieras, contando con tus condicionamientos biológico, económico, social, ideológico, psíquico y kármico. Ese es tu Universo, en el que puedes decidir todo lo que deseas hacer, pero dentro de él.
Si quieres ampliarlo o mudarte de Universo tendrás que trabajar. Trabajar sobre ti para modificar tus condicionamientos.
Tendrás entonces más poder de decisión, en una vuelta superior de la espiral de tu evolución. Modificando tus condicionamientos cambias tu vida, y quizás de vida.
¡Un abrazo muy fuerte!
-Jorge Armas Davara