
¿Eres lo que eres? o ¿eres lo que has creído que eres?
Respondes según tu yo de turno y el problema es que te crees que eso eres tú.
Cada vez que te describes lo haces desde el último pensamiento y la emoción de mayor intensidad que te haya rondado en las últimas horas. Emocionado significa embargado por una emoción. Te identificas con tus emociones.
El algoritmo mental con el que naces está hecho para que sobrevivas. Nada más. Es herencia de tu pasado reptil. Estás programado para reservar la mayor cantidad de energía y emplear el mínimo posible; para quedarte en la cama hasta que el hambre se te haga insoportable. Sé que sabes de lo que hablo.
Tu programa se te ha quedado obsoleto. Sólo estás preparado para atacar o para huir. Tu respuesta al placer está diseñada para que lo abordes directamente, te convenga o no. Tu respuesta al displacer está diseñada para que lo rechaces de plano, te convenga o no.
Ir más allá de lo que en principio te produce placer supone que hagas un esfuerzo de reprogramación, una estrategia: analizar, inhibir tu impulso primordial, pensar, proponer una respuesta adecuada, atravesar la angustia que a tu parte animal le produce la novedad y ejecutar la respuesta.
Tu identidad es la resultante de tu desidentificación con tus reacciones impulsivas.
¡Un abrazo!
-Jorge Armas Davara