
Los ocupas de tu mente roban tu bien más preciado: tu vida.
Eres capaz de protegerte de todo el que consideras que te puede dañar. Contratas pólizas de seguros, instalas alarmas, cierras con llave tu vivienda y la abres exclusivamente a quien te dé garantías de cumplir las condiciones que exiges en tu intimidad. Bien, eso está muy bien.
Pero resulta asombroso que no te hayas parado a observar, y que aceptes, la cantidad de pensamientos inútiles que pasan por tu cabeza a cada momento. Ahora mismo. Sí, ahora, estás inundado por un caudal de imágenes e ideas que poco tienen que ver con lo que estás haciendo.
No pasa nada por tener mucho contenido mental, el problema es darle crédito, quedarte enganchado en una fantasía. Tampoco pasa nada por fantasear, lo que te destruye es dejarte atrapar por ella.
Para un ser humano es imposible no tener nada en el pensamiento, poner la mente en blanco. Olvídalo. Si alguna vez creíste haberlo conseguido es que no sabías que lo que te estaba pasando era que estabas más absorto en algún contenido mental de lo que te dabas cuenta, te quedaste hipnotizado, dormido.
Para que no se te vaya la cabeza tienes que estar muy atento a ti mismo en tu vida cotidiana.
La salud mental, la emocional y, entonces, la física, tienen que ver con la calidad de tu contenido mental, con el caso que le hagas, y con la capacidad para discernir qué partes del mismo son importantes.
Pensamientos importantes de verdad hay pocos. Son los que te sirven operativamente para moverte en tu realidad y para programar y organizar tu vida: menos del diez por ciento. El resto es relleno, ruido mental que si lo escuchas te desestabiliza y consume tu energía.
No pierdas de vista que tu manera de manejarte por la vida, tu actitud y tus emociones son un reflejo de la manera en la que trabaja tu “procesador central”.
La medida de tu inconsciencia, de tu sueño, de todo lo que te sobra y te molesta, la da la facilidad con la que te quedas enganchado vanamente a tus elucubraciones.
El crecimiento espiritual está directamente relacionado con tu trabajo interior y con tu capacidad para decidir si te identificas con tus pensamientos, y la de espaciarlos, cada vez más, entre sí. La Luz entra por esas rendijas. Muchos lo llaman meditar.
¡Abrazos fuertes!
-Jorge Armas Davara
Jajaaa..y desde muy temprano. Graciiiiiasssss
Unbeso a toda familia.
Mejor así!! Gracias, lo daré.
Claro q siiii, y Ahora mássss.
Genial!
Muy expresado, Jorge. Efectivamente, los humanos cuanto más nos identificamos con ideas, corrientes de opinión y con el juego de hacer, más nos sumimos en el sueño. Gracias por compartir!
Así es, Francis, identificación y sueño es lo mismo, y oportunidades y pretextos para hacerlo hay infinitos. Gracias a ti.
Y tu Jorge,.siguee siguee no dejes de ser quien eres ni hacer lo que has venido a hacer. Tienes mi total apoyo, como yo se cuento con el tuyo.
Cada uno con lo que pactó, y Dios con todoooos. Gracias.
Así es, Vero, por fortuna en eso estamos. Gracias a ti.
Buen prólogo para bucear en nuestro yo interior.
Pues adelante, sumérgete en Ti.